CAMILLERI, ANDREA
Decimosegunda entrega de las aventuras del comisarioMontalbano. Una historia de un delito sutilmente perpetrado desde el odio, capaz de tejer una telaraña de la cualresulta imposible escapar. En esta decimosegunda entrega de la serie, Salvo Montalbano se encuentra postrado en cama,convaleciente de las heridas recibidas en su último caso. El comisario se siente confuso, el peso de los años lo abruma y una melancolíadesgarradora lo lleva a cuestionarse cuál es el sentido último de lajusticia y la «ley», a la cual él ha dedicado toda su carrera.En tal estado se encuentra Montalbano cuando se le informa delsecuestro de la joven Susanna Mistretta, y si bien las pesquisas sonasunto del comisario Minutolo, algo le hace saltar de la cama. Quizásea la necesidad de probarse a sí mismo que aún conserva toda sucapacidad de reacción, o tal vez las insólitas circunstancias delsecuestro, dado que la familia de la joven había perdido toda sufortuna años atrás de forma repentina y misteriosa. Al final, ambosmotivos resultan cruciales, pues ese nuevo distanciamiento, eseescepticis